lunes, 17 de octubre de 2011

A lo Mary Poppins.-


    Recuerdo mi primera visita al ginecólogo tras el nacimiento de mi Piojillo. Bueno, en realidad, no hablo de la primera sino de la visita pasada la famosa cuarentena. Visita que tuve que hacer junto con mi Piojo. Visita en la cual el peque acababa de comer y me dejó mi monísima blusa con un recuerdo suyo porque la bautizó con sus buches de leche materna.

    Recuerdo que mi ginecólogo me dijo algo así como "Bienvenida al mundo de las madres, desde este momento tendrás que llevar de todo en el bolso". 

    Siempre he llevado ese "de todo" en mi bolso. Claro que hablamos de un "de todo" dentro de la lógica. Desde el momento que tienes un piojillo ya has de salir de casa con un mega bolso o lo que es lo mismo un bolso a lo Mary Poppins. En vez de llevar mágicas píldoras y sus múltiples útiles llevarás pañales, cremita para el culete, toallitas,bibes (si no lo llevas incorporado),agua,baberos,una o dos mudas de ropa...Yo además desde el principio siempre llevo en la cesta del carrito el plástico protector por si llueve, hasta en pleno verano por si una loca tormenta de verano nos visita,una rebeca,juguetitos y un largo sin fin de cosas. Eso sin contar con tus propias cosas que o bien comparten espacio vital con las del bichito o llevas bolso propio.


      No,no entre todo ese mare magnum de trastos no metemos nada para nosotras. Al menos yo no. Sólo me faltaba llevar más cosas,ya parezco una tortuga, siempre con la casa encima. Sin embargo, es un craso error,al menos en ciertas ocasiones. ¿Recuerdan la escena de la peli Un Día Inolvidable,con Michelle Pfeiffer y George Clooney, en la que ella saca de todo del bolso menos la muda que necesita para ella y termina con una camiseta del hijo? Pues, eso mismo nos puede pasar cualquier día.


   No, no, no exagero. Sin ir más lejos mi propia experiencia de este fin de semana. Cuento. Mi piojillo empezó el fin de semana con vómitos. El viernes lo terminamos entre vómitos. Puaff,pobrecito mío y pobrecitos de nosotros. No sé cuántas veces limpié su habltación, la alfombra de números directa a la basura y yo a la ducha tras estar en el centro neurálgico. Descubriendo que cuando te conviertes en madre pierdes hasta la aversión que tenías por ciertas cosas.

  El sábado se levantó bien. Él se levantó bien porque nosotros no habíamos podido pegar ojo. No volvió a vomitar y lo poco que comió le sentó bien en el estómago así que pudimos asistir a la boda que teníamos. En realidad,yo tenía otra boda en mi isla,la de mi prima, pero por incongruencias de las compañías aéreas y que viajar desde Valencia a Gran Canaria me llevara unas 18 horas, haciendo escalas interminables de 8 horas en Madrid, o pasando por Mallorca, no pude asistir a esa sino a la que teníamos en Valencia.

  De casa salimos todos requeteguapos y con un superbolso cargado con cosas para el Piojillo,pijamita y muda de ropa por si las moscas y los vómitos regresaban. Estábamos ya en el salón de bodas el Piojo con más hambre que el perro del afilador le doy dos cucharitas de yogurt natural y todo sale de su boquita regándome el vestido.

  En ese momento el vestido me daba igual lo único que me importaba era mi Piojo. De lujo se quedó, parece ser que sólo estaba mareado por el viaje en coche. Hambre. Tenía hambre. Pero, por si acaso ya no le dimos nada más que una infusión,que entre todas las múltiples cosas llevábamos por si acaso. Él como si nada y yo limpiándome el vestido con toallitas para el culete.

   Si ya lo dice el nombre de mi blog Cuando Olía a Vainilla, eso era antes. Antes de ser el centro de sus vomiteras. Afortunadamente, el vestido no se manchó excesivamente y por la noche todos los gatos son pardos y en una boda el centro de atención es la novia. 

   Así que yo este año para Santa Claus quiero un bolso como el de Mary Poppins, del que sacar píldoras mágicas y vestidos con los que siempre estar presentable.

2 comentarios:

  1. Pero como no conocer esos bolsos, si de todo llevamos doble.
    Que pena que tu peque haya estado delicado, lo bueno es que parece que lo pasaron bien.
    Buena idea el regalo que quieres pedir para Navidad, jajaja.
    Saludos.

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  2. Sí, Pamela, sí que lo pasamos bien. Lo malo es que hoy soy yo la que está con el virus, puaff.Ah, si encuentro el bolso ya te aviso, jejejeje

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