martes, 3 de septiembre de 2013

Los Martes y Yo: Llega el Otoño.


          En breve cambiamos de estación. Desde hace unas semanas hemos comenzado a ver como cada día oscurece antes. A este lado del océano justo en 20 días, ejem...19 que ustedes lo leerán el día 3 ,esa será la entrada oficial de la nueva estación. Esa , que cuando estábamos en el colegio nos enseñaron como aquella estación romántica de bosques color naranja, hojas de los árboles cayendo. En las que la noche llegaba antes y el frío comenzaba a invadirnos. Con la llegada del otoño los niños de mi generación comenzábamos el colegio, época en la que las vacaciones estivales duraban 3 meses y eran amenizadas por el cuadernillo de Las Vacaciones Santillana (con pocos dibujos y mucha letra) y con un grupo de amigos que silvaban al mismo tiempo que pedaleaban sus bicis de un Verano Azul.

     Hoy muchos preadolescentes no entenderían que sus padres y tíos pasaran el día dándole a los pedales, en la playa con los amigos  y sin una consola en la mano. Lo que es más que utilizaran silbidos para comunicarse en vez de WhatsApps, woooow....Vivíamos sin móviles, sin consolas y con cuadernillos sin dibjos. ¡Y éramos felices! 

         Esa era mi visión del cambio de estación, de la llegada del otoño, la de los libros y la que vivía. Ahora tengo una nueva visión. Unos indicadores diferentes, bien distintos, me avisan de la llegada del otoño. ¿Cuáles? 

        En vez de ver hojas caer veo hojas y hojas de cursos por fascículos. Sí, sí. ¿Es o no verdad que con el fin del verano comienzan las entregas de un sinfín de cursos? Cursos de idiomas, ganchillo, bailes de salón, cocina y  ahora,como no, de cupcakes. Coleccionables de casas de muñecas (yo tengo una maravillosa de la que disfruta mi sobrina), maquetas de barcos, coches antiguos.... y de todo lo que se te pueda pasar por la imaginación. No hace más que acercarse el  fin del verano y comienzan las múltiples propagandas de fascículos y fascículos, que comienzan todos muy baratos y luego no bajan de los 9.95€. Así que eso significa que todos podemos tener cortapastas de mariposas, un coche, un primer ejemplar de japonés, una aguja de ganchillo, un armario en miniatura....que venían en ese primer fascículo por menos de 3€, ¿miento?

     Ese es un indicador. El otro, el que me asusta, es cuando en pleno agosto vas por la zona comercial y ves los escaparates llenos de abrigos, gorras, bufandas, botas y¡¡¡ tú ibas a por un bikini de 2 a 8€ porque aún no has salido de vacaciones!!! 

    Y luego está el aviso definitivo, el oficial en España. Ese que nos indica a todos los españolitos de a pie que el otoño está ahí, ese que dice EL OTOÑO HA LLEGADO AL CORTE INGLÉS y mientras tanto tú sigues con tu protector solar, tu  toalla y el aire acondicionado en marcha.

Besitos Avainillados


2 comentarios:

  1. Es verdad lo que dices. Yo tampoco entiendo por qué los comercios van a destiempo en cuanto a las estaciones. ¡Qué da un repelús ver escaparates con abrigos en agosto! Ahora, te confieso que este verano, como la bichilla nacerá en noviembre, yo iba como loca de tienda en tienda quejándome de que aún no estuviera disponible la nueva colección ¡para que veas cómo son las cosas!

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    1. No te vuelvas loca a comprar no te vaya a pasar como a mí que éste crecía y crecía y hubo ropa que nunca le sirvió, je je je.
      Besitos avainillados

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¡¡¡El Comando piojo te da las gracias por tus comentarios!!!