miércoles, 27 de enero de 2016

Acoso Escolar.



A todos se nos encogió el corazón al desayunar leyendo la carta de Diego, un pequeño de 11 años que daba sus razones del porqué de acabar con su vida. No puedo, ni quiero imaginar, lo que debe de haber pasado un niño para acabar con su vida. Como madre me da terror pensar que mi hijo pudiera pasar por algo así, como madre me da terror no ser capaz de detectar los indicios de una situación como esa. ¿De verdad los padres podemos estar tan ciegos de no ver que algo está sucediendo? Y ojo, con esto no quiero ponerme en contra de los padres que hayan pasado por tan horrorosa vivencia.

martes, 26 de enero de 2016

Mis colaboraciones: El cocodrilo de los dientes brillantes.


Normalmente los martes dedicamos este espacio a los pequeños lectores, recomendando libros interesantes para los peques de la casa. Hoy no traigo un libro, sino un cuento de mi autoría escrito para El rincón de las pequeñas sonrisas, cuento que igual te sirve para que los peques usen el cepillo de dientes... Por cierto, igual un día escribo todas las historias que le pasan al pobre Jacobo, ja ja ja ja...

El cocodrilo de los dientes brillantes

Besitos avainillados

lunes, 25 de enero de 2016

De padres, coles, manualidades y disfraces...


Sí, lo reconozco públicamente, había dos asignaturas que odiaba sobre todas las cosas en el colegio: Religión, me aburría como una ostra estudiar oraciones a las que no encontraba ningún sentido. Lo siento, no quiero faltar el respeto a los creyentes, pero las únicas oraciones, que me atraían y atraen, son las compuestas por un Sujeto y un Predicado. Y la otra asignatura era Manualidades, lo mío no era la destreza en labores manuales. ¿A qué viene esta tardía confesión sin misterio alguna para los que me conocen? 

miércoles, 20 de enero de 2016

Las manos de mamá.


¿Quién no se ha sentido mejor con el contacto de las manos de su madre? ¿Quién no ha sentido que el más horrible dolor de cabeza desaparecía al tener las manos de su madre en la frente? 

Estos días atrás el piojo ha estado con fiebre y, solo se encontraba mejor cuando mis manos reposaban sobre su frente. De pronto parecía que espolvoreara polvo de hadas sobre él y el dolor desapareciera. 

Viéndolo tumbado en el sofá con mis frías manos en su febril cabecita me recordaba, como si hubiese ocurrido ayer mismo, la agradable sensación producida por el contacto de las manos de mi madre sobre mi frente cuando estaba enferma. Sus manos eran la mejor de todas las medicinas, nada más sentir sus frías manos sobre mi calenturienta frente los dolores desaparecían o, al menos, yo tenía esa impresión. 

martes, 12 de enero de 2016

Club de lectura: El retorno de Frankestein y otras historias: Scooby-Doo! Misterios a 4 patas.



Autor: James Gelsey
El retorno de Frankestein
Colección: Misterios a 4 patas.
Traducción: Sara Cano
Editorial: Laberinto
Edad: +7años
Páginas: 256
Formato: Tapa Dura
Precio:17,50€
Publicación: 2015

Sinopsis

Una vez más Scooby-Doo y sus inseparables amigos: Shaggy, Velma, Daphne y Fred se ven envueltos en misterios-misteriosos e, invita a los pequeños de la casa através de una serie de pistas dejadas a lo largo de las historias a descubrir cada uno de los intrigantes misterios.

El famoso gran danés y sus cuatro amigos se toparán cara a cara con una estatua de Frankestein que... ¡cobra vida!, con un terrible chamán enmascarado y con un terrible espectro aparecido en un ordenador. Por supuesto, tal y como nos tienen acostumbrados, Scooby-Doo, Shaggy, Velma, Daphne y Fred encontrarán, esta vez con nuestra ayuda, una solución para cada uno de los casos.

Opinión

El retorno de Frankestein
Sin duda alguna si a tu peque le gustan los misterios, las historias de aventuras y es fan del entrañable y valiente, ejem...ejem.., Scobby pasará un buen rato leyendo las tres historias contenidas en el libro: El retorno de Frankestein, El espectro informático y La isla el chamán. Tres aventuras simples, con un sencillo vocabulario que hará las delicias de los pequeños lectores, a los cuales Scooby invita a resolver los enigmas junto a ellos.

Puedes conseguir este libro y muchas otras maravillosas historias para el público infantil en la web de Boolino .

Besitos avainillados

lunes, 11 de enero de 2016

No quiero ser una mamá-agenda.

¿Qué nos está pasando a los padres? No sé a ustedes pero, a mí a veces me da por pensar que me falta algún gen maternal o, tal vez sea un chip atrofiado que me impide convertirme en una madre como la mayoría que me rodea. Sin embargo, acto seguido esa idea me desaparece del cerebro y vuelvo a estar segura de ir en el camino correcto.

¿De qué hablo? De la sobreprotección que veo en muchos padres, especialmente, en las madres. No lo entiendo, de verdad, dudo que sea bueno mantener a nuestros hijos entre algodones, pintarles un mundo color de rosa, darles la razón en todo...tratarlos como a bebés, sin darnos cuenta que los niños crecen y necesitan tener responsabilidades en la vida para poder crecer, evolucionar, madurar...

Una de esas responsabilidades son los cuestionados deberes. Los deberes nos gusten o no son una realidad y, sobre todo, los deberes son para ellos y no para nosotros...

martes, 5 de enero de 2016

Ilusión, magia y reyes magos...

Soy atea y republicana desde que tengo uso de razón.Los únicos reyes en los que he creído, creo y creeré son los Magos de Oriente porque siempre los he visto como los portadores de ilusión, magia, alegría... ¿Quién no se acostaba de pequeño con un gusanillo en el estómago la noche de reyes?  ¿Quién no se preguntaba cómo era posible que esos tres seres pudieran estar en tantas casas al mismo tiempo? Simple, gracias a la magia.

La magia en la que cree mi hijo, porque mi piojo a sus cinco años de edad, y sin que yo jamás le haya metido mis ideas sobre la no existencia de un dios en la cabeza, salvo porque desde los tres años no va a clase de religión, me dijo hace unos días: ¡Vaya tontería, ha dibujado un ángel y los ángeles no existen!

Mi piojo cree en la magia, en los reyes magos, en Santa Claus, en el ratón Pérez, en los duendes y hasta en Jacobo, un niño al que me inventé y le pasa de todo, y quiero que siga creyendo en esa magia. La magia, la ilusión nos hace ver la vida de manera diferente.

Mi piojo no tiene ni idea de quién es el supuesto niño al que los supuestos reyes magos le llevaron sus regalos, aunque juega con los pin y pon de su Belén, él no me ha preguntado y yo no le he contado. Sin embargo, mi piojo y yo hemos hablado sobre la supuesta existencia de un dios, dejándome sorprendida al aseverar que no creía en él. No creo que a los cinco años yo tuviera las cosas tan claras. Mi hijo no cree en dios pero creo en los reyes magos. Y lleva cinco años viendo a tres señores:  Melchor, Gáspar y Baltasar. Y decidiendo que su favorito era el rey negro, porque en casa no tenemos miedo en llamar las cosas por su nombre y Baltasar es Negro y, por respeto a mis antiguos alumnos que se morían de la risa cada vez que escuchaban "de color" seguiré llamándolos como es porque el desprecio no está en una palabra, sino en las connotaciones y sentido que nosotros le demos.

Sí, porque somos nosotros los que damos y buscamos connotaciones a veces inexistentes en las palabras, expresiones y hasta en las propias ilusiones. ¿Por qué necesitamos que los reyes magos ahora sean mujeres? ¿De verdad lo necesitamos como mujeres? Yo no. Yo no necesito ver a una reina maga en la cabalgata. Yo necesito que haya una verdadera política de igualdad. Yo no necesito ser un número paritario. No necesito que me incluyan con una "a", también soy filóloga y tengo bien claro que no necesito esa "a" para sentirme incluida, cosas de la lengua, y a mí no me molesta; al igual que espero que al señor taxista no le dé por pedir que lo llamen taxisto. Tampoco necesito tener que desmentirme y  ahora decirle a mi  hijo que no eran tres reyes sino que ahora también había una mujer, y¡ ojo!: seguro que encontraría la mejor de las explicaciones porque en casa la imaginación convive con nosotros.

Besitos Avainillados